lunes, 23 de abril de 2012

1,1-18.

                  1Pablo, apóstol del Mesías Jesús por designio de Dios, conforme a las promesas de vida que hay en Jesús Mesías, 2a Timoteo, hijo querido: Te deseo el favor, la misericordia y la paz de Dios Padre y del Mesías Jesús, Señor nuestro.
                        3Doy gracias a Dios, a quien sirvo con limpia conciencia, como aprendí de mis antepasados, cuando te encomiendo en mis oraciones noche y día. 4Al acordarme de tus lágrimas, ansío verte, para llenarme de alegría 5refrescando la memoria de tu fe sincera, esa fe que tuvieron tu abuela Loide y tu madre, Eunice, y que estoy seguro tienes también tú.
                        6Por esta razón te recuerdo que reavives el don de Dios que recibiste cuando te impuse las manos; 7porque Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino un espíritu de valentía, de amor y de dominio propio.
                       8Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de que yo esté en la cárcel por él. Al contrario, sufre conmigo por el evangelio, con la fuerza de Dios: 9él nos salvó y nos llamó a una vida consagrada, no por méritos nuestros, sino por aquella decisión suya a aquella gracia que nos concedió en el Mesías Jesús antes que empezaran los tiempos, 10manifestada ahora por la aparición en la tierra de nuestro salvador, el Mesías Jesús; él ha aniquilado la muerte y ha irradiado vida e inmortalidad por medio del evangelio.
                      11De este evangelio me han nombrado heraldo, apóstol y maestro; 12ésta es la razón de mi penosa situación presente; pero no me siento derrotado, pues sé de quién me he fiado y estoy firmemente persuadido de que tiene poder para asegurar hasta el último día el encargo que me dio.
                      13Lleva contigo un compendio de la saludable enseñanza que me oíste acerca de la fe y el amor cristiano; 14guarda el precioso depósito con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros.
                     15Ya sabes que todos los de Asia me han vuelto la espalda, entre otros Figelo y Hermógenes. 16Dios tenga misericordia de Onesíforo y familia, pues él me ha dado tantas veces aliento y no se ha avergonzado de que esté en la cárcel; 17al contrario, al llegar a Roma me buscó sin descanso hasta que dio conmigo. 18Que el Señor le conceda alcanzar su misericordia en el último día. Por lo demás, los servicios que prestó en Éfeso tú los conoces mejor que nadie.

EXPLICACIÓN.

1-18.           Saludo parecido al de la primera carta (1-2). Exordio: La acción de gracias tiene un cálido tono personal. Pablo fue educado en su tradición familiar, y lo mismo lo ha sido Timoteo, éste como cristiano (3-5).

                   Mientras en 1 Tim 4,13-16, el don concedido a Timoteo se refería a la enseñanza, en este pasaje concierne al testimonio; frutos del Espíritu son la valentía, el amor y la autodisciplina. Parece referirse, por tanto, a la actividad exterior, sin temer la persecución ni considerarla humillante. (8). Reminiscencias de Ef 1,4ss (9-10a) y de 1 Cor 13 (10b) (6-10).

                  El evangelio se considera como doctrina que ha de ser proclamada y, bajo la metáfora del depósito, custodiada; su contenido es la fe/adhesión a Jesús y el amor cristiano (11-14).

                  De Figelo y Hermógenes no existen otras noticias. Tampoco de Onesíforo. Éste no se ha avergonzado de que Pablo esté en la cárcel; tal indicación corresponde a la exhortación hecha antes a Timoteo (v.8) (15-18).

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